La nueva película protagonizada por Erika Buenfil y Michelle Renaud, es una nueva y fresca historia que abre a debate los ideales y dinámicas existentes entre el vínculo madre e hija dentro de la sociedad mexicana moderna en la actualidad. A pesar de presentar una idea original con intenciones claras a mostrar, la ejecución de ellas termina materializándose irregularmente hablando. Mamá reinventada: de buenas intenciones, con malas ejecuciones.

Dinámicas familiares con desequilibrio narrativo.
En esencia, Mamá reinventada nos presenta una nueva perspectiva sobre las dinámicas que existen entre las madres e hijas mexicanas en la actualidad, pues, gracias a la revolución tecnológica, se han añadido nuevas dinámicas a nuestras vidas cotidianas.
Esto, se observa desde nuestra manera de interactuar con los demás (tanto en redes sociales, como presencial), así como en las dinámicas sociales dentro de nuestras familias, permitiéndonos conocerlos en diferentes ámbitos.
Esta película explora de forma clara la gran variedad de ámbitos donde una madre e hija pueden convivir y compartir momentos de familia, sin embargo, durante la historia tanto la madre como la hija, en un inicio intentan introducirse en la vida de una a la otra, pero, desde un inicio la balanza se ve inclinada e incluso acaparada por los ámbitos y dinámicas de la vida cotidiana del personaje de Michelle, la hija, provocando así un un tono irregular dentro de la historia, donde se observa de forma muy rápida cómo es que ambas se permiten conocer, impidiendo un proceso más natural narrativamente hablando, de cómo sería que fuesen conociéndose poco a poco en cada escena, y paso por paso lograrán encontrar un punto medio entre los ámbitos de una y otra.

Mamá reinventada es una película con un planteamiento original y fresco, asegurando la posibilidad de reírnos durante más de una ocasión con el sinfín de secuencias cómicas alrededor de la historia, pero, que desatiende los momentos emocionales para priorizar exclusivamente las últimas etapas de la historia.
Debido a esto, se transmite una sensación insatisfactoria de cómo es que los hechos se desenvolvieron, pues, nunca lo hicieron del todo. Comenzando desde un punto “A” para saltearse el punto “B” y terminando en punto “C”. Una historia digna de observarse y sacar los puntos a favor que tiene, y reconocer sus desventajas tanto narrativas y de corrección de sonido, para futuras historias donde se exploren las dinámicas entre madre e hija dentro del cine mexicano.

Acá te dejamos otra recomendación que te mantendrá en angustia y suspenso.