Rastafari, reggae y fútbol son apenas la cubierta de ‘Bob Marley: One Love’, una
biopic que cumple en calidad y entretenimiento, y que no oculta el cuidado que han
tenido los creadores para no entrar en polémicas.
La película arranca en diciembre de 1976, durante los días previos al concierto
Smile Jamaica, cuando un grupo de hombres irrumpen en la casa de Bob Marley
para abrir fuego contra él y el resto de sus compañeros. El contexto es importante,
en ese momento Jamaica era un país joven, recién independizado de la corona
británica, y un Marley con un mensaje de unión que ya era escuchado por miles, se
convirtió en un personaje político con la capacidad de inclinar la balanza en la
tendencia al voto de las siguientes elecciones.
Días después del atentado nuestro protagonista se presenta con su banda en el
concierto, pero el temor a recibir más ataques lo lleva al autoexilio en Londres.
Mediante flashbacks nos van a contar a grandes rasgos sobre su niñez, sus inicios
en la música y su relación con Rita Marley, su esposa. Interpretada por Lashana
Lynch, es fácilmente la actuación que más aporta durante el filme, siendo su
personaje el que nos va a ayudar a recordar que Bob era un ser humano y no solo
un símbolo aclamado por las masas.
Ojo aquí, la narrativa apenas menciona temas polémicos o personales, algo que
probablemente tiene que ver con que al menos dos de sus hijos participaron como
productores del proyecto. Entonces, fuera de una breve mención sobre sus múltiples
relaciones extramaritales, su consumo de marihuana, y su diagnóstico de cáncer,
todo gira en torno a la figura de un hombre lleno de amor por la vida, talentoso y
espiritual.
También nos da referencias sobre rastafarismo y hace un buen trabajo
enamorándonos con el proceso creativo y performático de los músicos durante las
grabaciones de ‘Exodus’ y su gira.
En general, esta pieza no se preocupa por mostrarnos un lado B de la figura del
reggae, pero sí tiene los colores, el concepto, el soundtrack y el toque de
complejidad medidos para llamar la atención de las nuevas generaciones a este
referente que es nada menos que un pedazo de la historia dentro de los ritmos
afroantillanos.
Aviso para quienes se animen a verla esperando escuchar ‘Is this love’: a esa no le
dedicaron ni una escena, solo la usaron para los créditos.

