Con todo el respeto que conlleva tocar un tema tan delicado, se tienen nuevas actualizaciones sobre el suceso mortal que aconteció de el festival AXE CEREMONIA. Se han descubierto una serie de omisiones por parte de la alcaldía Miguel Hidalgo salieron a la luz tras el fallecimiento de nuestros compañeros y fotoperiodistas Berenice Giles y Miguel Ángel Rojas durante el Festival AXE Ceremonia, luego de que una estructura metálica colocada a última hora colapsará sobre ellos. A pesar de que la alcaldía había hecho observaciones de seguridad un día antes del evento, de manera inhumana las autoridades correspondientes no regresaron al lugar para verificar que se hubieran cumplido antes ni durante el espectáculo, como lo exige la normativa vigente. Falta de supervisión por parte de la alcaldía Miguel Hidalgo en AXE Ceremonia
El viernes 4 de abril, personal de Protección Civil de la alcaldía realizó una inspección en el Parque Bicentenario, lugar donde se realizó este evento, levantando una minuta de campo titulada “Revisión de eventos especiales”, en la que emitieron 10 observaciones relacionadas con seguridad. Sin embargo, ninguna hacía referencia a la estructura «decorativa» que posteriormente colapsó, pues —según el alcalde Mauricio Tabe— esta fue colocada por los organizadores después de la inspección, apenas horas antes de iniciar el evento el 5 de abril.
A pesar de ello, los reglamentos establecen con claridad que la autoridad debía verificar el cumplimiento de las observaciones antes del inicio del evento y también mantenerse en el sitio durante su desarrollo para garantizar que se respetaran las medidas del Programa Especial de Protección Civil.
“La vigilancia y verificación en sitio de la implementación de las acciones y procedimientos integrados en el PEPC se deberán realizar mediante minuta de campo”, establece el artículo XV de los Términos de Referencia para la Elaboración de Programas Especiales de Protección Civil. El mismo artículo nos dice que esta verificación correspondía tanto a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos como a las alcaldías, según sus atribuciones.
La implicación del gobierno en esta tragedia
Myriam Urzúa, titular de dicha Secretaría, confirmó en entrevista que la alcaldía tenía la facultad y obligación de mantener personal en el sitio durante todo el evento. “No se trata de un simple trámite. Se trata de garantizar la seguridad de las 45 mil personas asistentes. Debe haber supervisión antes, durante y después del evento”, comentó.
La minuta firmada por funcionarios municipales y representantes del evento advertía que cualquier omisión sería responsabilidad del promotor. Algunas de las observaciones hechas incluían la necesidad de confinar generadores eléctricos y ubicar extintores correctamente, así como garantizar condiciones seguras en el manejo de pirotecnia. También se detectaron problemas en estructuras como carpas y escenarios aún sin terminar, deformaciones en elementos de soporte y desniveles peligrosos.
En la sección «Mikys», por ejemplo, se pedía revisar la estructura que sostenía la carpa debido a deformaciones visibles. También se indicó revisar el nivel del piso, que debía ser calzado por presentar desniveles, pese a todas estas observaciones, la alcaldía no regresó para constatar si fueron atendidas. La omisión en la vigilancia durante el evento resultó fatal. La falta de acción preventiva y la ausencia de supervisión dejan en evidencia la incompetencia y una falla institucional grave, que ahora forma parte de las investigaciones abiertas por las pérdidas irreparables de Berenice y Miguel.
Organizaciones de medios, periodistas, músicos, actores y ciudadanía hemos exigido justicia y sanciones ejemplares. Se exige que las investigaciones esclarezcan las responsabilidades tanto de los organizadores como de las autoridades implicadas reitero, ante una pérdida irreparable.
